Cultura 10 mayo 2016

¿Sabés por qué Chajarí se conoce como ciudad de amigos?
El creador de este eslogan, Pitito Zambón, nos cuenta cómo y cuándo surge esto que es parte de la identidad de nuestra ciudad.

El creador de este eslogan, Pitito Zambón, nos cuenta cómo y cuándo surge esto que es parte de la identidad de nuestra ciudad. Anteojos negros y gorra de lana, tal vez para sentir menos el frío propio de la época; paso lento y voz sigilosa. Florencio Daniel Zambón, más conocido por todos como Pitito, ingresa a los estudios de la Radio. Saluda y se sienta. Se pone los auriculares y, sin ayuda, se acomoda el sonido del mismo. Al querer asistirlo, anticipa que es un hombre de radio, que entiende. De igual manera, agradece la atención. “En algún momento, cuando éramos muy jóvenes, allá por la década del 60, a alguien se le ocurrió hacer una comisión de turismo”, comienza relatando Pitito. Y, agrega que no tenía sentido ya que no había nada para ofrecer. No obstante, posteriormente, surgieron algunos proyectos, como hacer una laguna. “No salió ninguno”, remata. Con calma y de manera pausada, nuestro invitado del día mira aquellos tiempos con cierta añoranza, recuerda cada momento como si lo hubiese vivido hace menos tiempo del que la realidad dice. Aunque parece querer salir de tema o, mejor dicho, irse por las ramas con demás anécdotas propias de la época, continúa… “La cuestión es que en la primera reunión que tuvimos, Jorge Brarda, que es el único que recuerdo de la comisión, había 3 personas más - si alguno de ellos está escuchando que llame, agrega en medio de algunas sonrisas – planteó que debíamos comenzar por ponerle un slogan a la ciudad”. Pitito menciona que, ya por aquel entonces, todas las ciudades estaban teniendo algún slogan que las caracterizaba. Recuerda, entre algunos más, a Salta, “la linda”. También, hace hincapié en que por aquellos años, el turismo en nuestra zona era muy incipiente, “ni siquiera había empezado”, dice con firmeza. Para contextualizar a la audiencia, Pitito agrega que no estaba el lago, sí se hablaba de un proyecto de Salto Grande desde hacía años. “Existía la Ruta 14 vieja e ir a Federación, ese era nuestro turismo”, recuerda. “Bueno, volviendo a la comisión… Quedamos que para la siguiente reunión íbamos a llevar algunos nombres”, dice. Luego, menciona que él llevó tres, de los cuales uno resultó el elegido: ciudad de amigos. Antes de que continúe con su relato, surge una inevitable curiosidad respecto a las dos propuestas restantes. “Todos quieren saber lo mismo”, dice. Ciudad naranja y pago de gauchadas: una en referencia al citrus, la otra se asemeja mucho con el slogan que resultó ganador. Pitito sostiene que la gente enseguida interpreta mal, “creían que ciudad de amigos era porque somos todos amigos y no, acá no nos llevamos todos bien, acá nos llevamos como se llevan en todos lados”, dice en medio de algunas risas. Puntualmente la idea surgió por lo siguiente: “se me ocurrió porque teníamos un comercio y, en aquel entonces, los pocos viajantes que venían en tren, en su mayoría, paraban en las casas de sus clientes”. Continúa entusiasmado, “nosotros teníamos una de las 3 o 4 almacenes que había y ellos nos visitaban”. El tema principal, tal como lo narra Pitito, pasa por la hospitalidad natural del entrerriano. “Tal vez más de nuestra zona –agrega- ya que tenemos influencia de Corrientes, donde son muy hospitalarios. Por casa siempre pasaba alguno: comía algo rico, dormía y seguía viaje”, recuerda un tanto emocionado. Además, destaca que los viajantes elegían quedarse en nuestra ciudad. Detalle no menor ya que siempre tenían algún otro pueblo que visitar pero preferían hospedarse en Chajarí. “Tengo un montón de recuerdos y experiencias que no vienen al caso”, dice. Y si bien el motivo de su visita es contar los orígenes del slogan de nuestra localidad, las ganas de escuchar más anécdotas de la época están latentes en el estudio. “En hora buena que hayan elegido una de mis propuestas”, dice para ir cerrando la nota. Además, en relación a que mucha gente desconoce esta historia, pone énfasis en que “no necesitamos ser todos amigos, ojalá fuese así. Aunque no – se ríe – sería muy aburrido no tener a quien criticar o con quien pelearse”, finaliza. Pitito dice estar a gusto cada vez que alguien le pide que narre esta historia. Si bien, como menciona en alguna parte de la nota, ya lo hizo varias veces, no deja de agregar que lo haría muchas más. Además de pretender que llegue a todos los chajarienses, el autor intelectual del slogan (tal como se autodefine) se muestra emocionado con su historia. La añoranza de aquellos años está siempre latente.

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