Uno de los mosquitos en cuestión, además del Aedes Aegypti, es el Aedes Albifasciatus. Algunas de sus características son: es silvestre, de color castaño, denominado de inundación, esto quiere decir que las hembras colocan sus huevos en las orillas (en el barro, un poco enterrados) de los charcos o zonas que se inundan, que pueden ser grandes extensiones, por ejemplo, campos. Los huevos resisten cerca de un año siendo viables, es decir que pueden luego dar larvas. Asimismo, hay que decir que este tipo de mosquito es muy abundante y hay diferentes especies en el litoral; en Entre Ríos, que es muy húmedo y se encuentra surcado de ríos y arroyos de distintos tamaños, es muy común su circulación. Pican de día, y lo hacen más frecuente en el atardecer y/o al amanecer. No obstante, en caso de explosiones poblacionales, pueden hacerlo en diferentes momentos del día.
Asimismo, hay que mencionar que el mosquito Aedes Albifasciatus no transmite el Dengue, Zika, y Chikungunya ni Fiebre Amarilla, como sí lo hace el Aedes Aegypti. Son mosquitos muy fáciles de matar, mientras se posan en la piel. Si bien Aedes Albifasciatus es una especie muy molesta, dada su agresividad, y al hecho de que al picar inyecta una saliva que resulta urticante en su víctima, no representa una amenaza de consideración para la salud humana.
Por otro lado, hay que decir que este mosquito transmite el virus de la encefalitis equina occidental (VEEO), encefalitis equina del este (VEEE), y no existen vacunas ni fármacos terapéuticos. Pero los brotes son pequeños y ocasionales.
Desde la Dirección de Epidemiología de la provincia, recomiendan cuidarnos de las picaduras, especialmente en casos de alergias, en niños pequeños y bebés, mediante el uso de repelentes corporales o de ambientes como espirales, tabletas, entre otros. Colocando telas mosquiteras en ventanas y usando ropa de mangas largas y pantalones. Del mismo modo, se sugiere mantener los pastos cortos y revisar que en los patios no haya acumulo de agua.

(Foto: ilustrativa).