En primer lugar, el economista destacó que, como ya se sabe, lo que se está viviendo en salud pública “es un fenómeno global que está afectando a todos los países del mundo, algunos con más preocupación que otros en términos de de cantidad de infectados y de muertes, pero en términos económicos está afectando a todo el mundo, porque básicamente lo que está generando es una parálisis en el sistema productivo internacional”.
En este sentido, expresó que “lo que hay que pensar hoy en día es que la economía está cada vez más globalizada. Cualquier producto que nosotros veamos en nuestro país está producido con componentes que vienen de alguna otra parte del mundo, hay muy pocas cosas ya que producen 100% en un país. Desde hace 20 o 30 años la economía y la producción mundial se organizó en lo que se llama “cadenas globales de valor”, que significa que cada parte de un producto se hace en el país dónde es más eficiente hacerlo, y eso hace que el producto sea de la mejor calidad y al menor precio posible para que acceda todo el mundo o la mayor parte de la población”.
Teniendo en cuenta este punto, Surt explicó que al ocurrir eso “la comunicación y el comercio entre todos los países del mundo es clave”, es mucho más importante que años atrás, y por esta razón este cierre de fronteras entre los países afectados tiene actualmente un efecto más grave en lo económico, comparado con lo que hubiera pasado con estas medidas en otras épocas.
Dicho esto, el economista se abocó a explicar cómo puede llegar a impactar esto en la Argentina, manifestando que “yo creo que tenemos tres canales o tres vías de transmisión que le van a pegar a la economía de nuestro país”, refiriéndose a la caída de las importaciones, la baja del turismo internacional y la parálisis del sistema productivo interno, pasando a detallar cada uno de ellos.
“En primer lugar lo que ya estamos viendo es la caída de precios de las comóditis o de las materias primas que son los principales productos de exportación de la Argentina, como la soja, el maíz o el trigo. Lo que ocurre es que al desacelerarse la economía mundial, al haber perspectiva de que China y de que todo el mundo va a crecer menos, va a ver menor demanda de alimentos y de producción, entonces el precio baja, es el mecanismo de ajuste de un mercado. Entonces por el lado de las exportaciones ya podemos pensar que Argentina va a perder aproximadamente unos 4 mil millones de dólares respecto del año pasado”, vaticinó.
Continuando con su análisis, Surt expresó que “el segundo canal es el menor turismo internacional que va a recibir la Argentina. Desde el fin de semana los vuelos de todo el mundo están suspendidos hacia el país. Argentina recibe aproximadamente unos tres millones de turistas internacionales al año aproximadamente, y eso durante los meses que duren estas restricciones de vuelos y demás se va a ver muy complicado”.
Por último, manifestó que “el tercer canal es la propia caída en la actividad comercial que se está viendo por las medidas recomendadas de aislamiento social y demás, y todo va a depender de cuánto se siga extendiendo la infección del virus”.
En este sentido, aclaró que “el principal problema que yo veo hoy como economista es que esta crisis o esta recesión que vamos a vivir, no tiene una causa económica como pudieron haber sido otras crisis del pasado. Acá lo que está pasando es que se está trabando la capacidad de producir, de trabajar y de generar que tiene la gente de todo el sistema económico mundial, porque básicamente hay un problema exógeno a la economía que es una enfermedad de alto contagio, que nos los deja interrelacionarse y que no los deja trabajar, entonces hasta que no haya una solución al problema del contagio la economía tiene bastante poco por hacer”, culminó.

El entrevistado

Matías Surt, es Licenciado en Economía, oriundo de Chajarí que vive en Buenos Aires desde el 2010, y se desempeña actualmente como Economista jefe de la Consultora Invecq - Centro Integral de Consultoría Económica para empresas, y también da clases de macroeconomía y crecimiento económico en la Universidad de Buenos Aires.