La estación meteorológica ubicada en la Planta de Tratamiento de residuos urbanos del Gobierno de Chajarí, indica que desde enero del corriente año, hasta la fecha, la cantidad de agua caída es de 730 milímetros. Si a lo llovido desde enero hasta el día de la fecha (730 mm) le sumamos la cantidad de agua que cayó durante diciembre de 2015, 414,6 mm, da un total de 1144,6 mm. Las estadísticas indican que durante el año 2014 llovieron 1491,9 mm. Por su parte, durante el 2015 la cantidad de agua caída fue de 1470,2 mm. Es decir, que durante los últimos 4 meses la cantidad de lluvia que afectó a nuestra ciudad se acerca a las cantidades que suelen caer durante el lapso de 12 meses. En relación a este tema, el Ingeniero Agrónomo especialista en Agroclimatología, Eduardo Sierra, aseguró que el otoño de este fenómeno natural denominado Niño, implica situaciones de mucha lluvia, bastante superior a lo normal. Esto constituye uno de los rasgos más importantes de dicho suceso. Además, afirmó que en los últimos años hubo un incremento de las tormentas eléctricas en todo el mundo debido a la actividad solar y a los cambios en los flujos magnéticos del planeta que, también, existen. Asimismo, cabe mencionar que, tal como indican los datos de la estación meteorológica de nuestra localidad, durante el mes de diciembre de 2014 llovió un total de 201,5 mm. Sin embargo, a lo largo del mismo mes pero del año siguiente, la lluvia caída fue 414,6 mm. En cuanto al mes de marzo del año 2014, el total del agua caída fue de 145 mm. No obstante, durante marzo de 2015 la cantidad fue significativamente menor: 26 mm. Y, en el mismo mes del corriente año, la suma es aún menor: 16 mm. Las cantidades actuales más significativas tienen que ver con el corriente mes. En abril de 2014 cayó un total de 153 mm. Sin embargo, en 2015 el total fue 21,8 mm y, en lo que va de abril de 2016, el agua caída fue notablemente mayor: 549,8 mm. Las inclemencias climáticas que están afectando a nuestra zona de un tiempo a esta parte, tienen que ver con el fenómeno del Niño, tal como lo aseguró el Ingeniero Sierra. Además, agregó “con estas situaciones hay que pedirle a la gente que no se exponga innecesariamente”. También, Sierra destacó que este fenómeno terminará en unos meses. Durante el invierno 2016, continuará experimentándose una buena dosis de actividad residual que seguirá provocando precipitaciones superiores a lo normal en algunas regiones de Sudamérica. No obstante, los efectos residuales del Niño, que probablemente se extiendan hasta bien entrada la primavera, harán que su acción depresora de las precipitaciones recién comience a experimentarse a partir del inicio del verano 2017. Cabe destacar que dicho fenómeno será reemplazado por el fenómeno denominado Niña, lo que implicaría un clima seco para nuestra región, totalmente diferente al que venimos teniendo. Además, Sierra comentó que las tormentas severas que afectan nuestra zona implican vientos fuertes, granizo con lluvia o precipitaciones solas. “El ambiente cálido y húmedo determinado por este fenómeno, continuará promoviendo los ataques de enfermedades y plagas, y favoreciendo la proliferación de malezas, a la vez que las frecuentes precipitaciones seguirán obstaculizando las labores agrícolas, y generaron gastos adicionales de acondicionamiento, almacenaje y transporte de la producción”, concluyó el Ingeniero Sierra.