A lo largo de esas jornadas, un grupo de artistas integrado por Aldo Vercellino, Alejandro Fangi, Carlos Percara, Luciana García, Camila Ruiz y Lisandro Urteaga, intervendrán con sus obras espacios de la estación del Ferrocarril, el cuartel de Bomberos Voluntarios, el Corralón Municipal, plazoleta de la Sociedad Italiana, el Salón Comunitario del Barrio Los Trifolios y el Cementerio municipal.
El encuentro comienza el martes y se extiende hasta el domingo en seis puntos de la ciudad. Son 5 muralistas de Chajarí y uno de Santa Fe, que pintarán murales con temáticas "que tienen que ver con nuestra historia, la cultura, con nuestra idiosincrasia, nuestros ancestros", adelantó el Director de Cultura Luciano Percara.
Junto a los artistas locales, estará participando el santafecino Luciano Urtiaga, que pintará en el Corralón. "Es quien realizó el mural en el paseo de la vía y es el mismo que realizó el mural de Messi en Rosario. Es un gran muralista va a ser un honor tenerlo, y que nos deleite con su arte", manifestó Percara.
Esta intervención artística, coordinada desde la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Chajarí, tuvo a modo de adelanto la pintura de un mural en calle Urquiza, entre 3 de Febrero y Entre Ríos, con una intervención en vivo a cargo del artista Carlos Percara, en el marco de Chajarí vive en la Urquiza, donde este domingo 19 de junio hubo feria de emprendedores, espectáculos artísticos, exposiciones y juegos.
Muralismo: definición y características
Se denomina muralismo a la creación de pinturas murales, es decir, de obras que se realizan a lo largo de un muro o pared. El término alude tanto a este tipo de arte; como a los conocimientos y habilidades que se necesitan para desarrollarlo, y al movimiento que surgió en torno a él.
Las obras de muralismo se deben sustentar en varios pilares claramente definidos. Por un lado, la poliangularidad, lo que significa que en el mismo plano haya distintos tamaños y puntos de vista; la monumentalidad, lo que supone que se tengan que llevar a cabo en paredes de cierto tamaño y con unas características concretas en materia de composición; y por otro lado debe plasmar una historia, contando con gran colorido como regla general. Existen diversos tipos de técnicas de muralismo, entre las que se puede mencionar el relieve escultórico, las teselas, el mural cerámico y la pintura mural.
A comienzos del siglo XX, el muralismo comenzó a crecer con fuerza en México. Tras la Revolución Mexicana, varios artistas recurrieron a la pintura mural como mecanismo de acción política, buscando difundir determinados ideales. Desde el Estado, de hecho, se apoyó a los muralistas, brindándoles recursos para su trabajo.
Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco están considerados como los principales exponentes del muralismo mexicano. Entre las características más importantes del muralismo forjado en México aparecen la revalorización de la cultura indígena, el compromiso social y la confianza en la relevancia de la faceta pública de las manifestaciones artísticas. A pesar de que fue en México donde consiguió originarse y alcanzar su máxima expresión, poco a poco se ha ido extendiendo por todo el mundo.
Es habitual que haya gente que confunda muralismo y graffiti. Sin embargo, una de las principales diferencias entre ambos es que las obras del primero son encargadas por los propietarios de los muros, y el graffiti es un modo de pintura o arte visual callejero, por lo general ilegal o paralegal, que es generalmente realizada en superficies amplias de espacios urbanos, sin autorización previa.
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