En este caso, se compactaron un total de 1803 vehículos, entre motos y autos. Una vez finalizada dicha compactación, que comenzó el 23 de junio pasado, se realizó un pesaje de lo compactado y la empresa a cargo de la misma – Jit S.A., de Rosario - paga un porcentaje por ese total.
En este sentido, cabe mencionar que el peso total de lo compactado fue de 202,59 toneladas. El precio de venta de la tonelada, por su parte, es de $6.000 por tonelada. Los beneficiarios de la misma serán Cáritas de María Auxiliadora, pero de la venta se deducirá un 10% destinado al Hospital Garrahan.
Esta medida se toma avalada por la Ordenanza Nº 1406 HCD mediante la cual la Municipalidad de Chajarí adhirió al Programa Nacional de Descontaminación, Compactación y Disposición Final de Automotores, creado mediante Resolución Nº 442/2009 del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación; teniendo en cuenta que conforme al relevamiento realizado por la Municipalidad de Chajarí, existen cerca de 1.800 motos y demás vehículos que fueron retenidos y depositados en distintas dependencias destinadas para tal fin, y que a la fecha nadie se ha presentado a retirar dichos rodados y/o acreditar derechos sobre los mismos.

Cáritas María Auxiliadora

Se trata de una institución de nuestra ciudad que ayuda a aliviar aquellas situaciones difíciles por la que transitan los más necesitados y con empatía brinda las herramientas necesarias para salir adelante. En este sentido, brindan capacitaciones laborales, acciones y formaciones en cuidados de la primera infancia, entre otros actos de caridad.
Asimismo, se trata de un espacio que brinda diversos talleres destinados a los barrios más necesitados de la ciudad, algunos de ellos pensados para que quienes asisten puedan tener, luego, una salida laboral. También, ofrecen merenderos. “A través de nuestro trabajo, tratamos de transmitir el amor de Cristo, sin diferencias”, aseguran desde la institución.
Cabe recordar que la idea de Cáritas María Auxiliadora surgió a partir del Padre Miguel Gallay, quien fue por años titular de esa parroquia. No obstante, ta existía una institución denominada Fraterna Ayuda Cristiana, pero luego se unificó en Cáritas a nivel diocesano y dieron las indicaciones para que cada parroquia tenga su propio espacio.
Fue entonces que el padre Gallay sugirió concretar Cáritas en la parroquia a su cargo y se puso en contacto con Nilda de Piana, quien sumó a otras personas, destacando la tarea de China Zubieta de Grand, la de Emilce Sabalette y otras tantas personas que fueron sumándose para colaborar y aportar lo suyo.
En principio, alquilaron un lugar en calle Moreno, donde recibían y donaban ropas. Pero cuando comenzaron a trabajar y, tras conseguir una máquina de coser para confeccionar acolchados y otras cosas, notaron que el lugar quedaba chico. Fue entonces que pensaron en conseguir un terreno. El Colegio Marista dio uno en comodato en el año 1998. Allí comenzaron a construir el edificio con el apoyo de la comunidad.