Según el cronograma previsto, el martes 2 de julio, de 9 a 12 horas, se realizará esta campaña de vacunación antirrábica en la Plaza Libertad de nuestra ciudad, situada en el barrio Santa Rosa. Posteriormente, el miércoles 3, será el turno del barrio Estación, donde el equipo de Zoonosis trabajará, también, de 9 a 12, en la Plaza del Encuentro.
Seguidamente, el jueves 4 de julio, la campaña llegará al Centro Integrador Comunitario, situado en el barrio San José Obrero, donde se brindarán atención de 9 a 12. Y, por último, el viernes 5 esta campaña se llevará a cabo en el Salón Comunitario del barrio Sacachispas, en el horario de 9 a 12.
Finalmente, cabe mencionar que la vacuna para prevenir la Rabia se aplica a todos los caninos y felinos a partir de los 3 meses de edad y se debe realizar una revacunación anual (o como su médico lo considere). Por ello, es importante que los dueños lleven a sus animales periódicamente al Veterinario de cabecera.
Rabia humana-animal
La rabia es una encefalomielitis vírica aguda e incurable. Los síntomas clásicos en el humano incluyen manifestaciones de hiperexitabilidad creciente, con fiebre, delirios y espasmos musculares involuntarios generalizados y/o convulsiones que evolucionan a un cuadro de parálisis con alteraciones cardiorrespiratorias, presentación de coma y evolución a la muerte en un período de 5 a 7 días.
En Argentina se registran, principalmente, cinco variantes de virus rábico: variantes 1 y 2 (canina), variante 3 (murciélago hematófago) y variantes 4 y 6 (murciélagos insectívoros). En este sentido, el agente infeccioso se demonima Virus de la Rabia (familia Rhabdoviridae, género Lyssavirus).
En el ciclo urbano los principales reservorios y fuentes de infección son los perros y los gatos. Existen otros reservorios silvestres (cánidos salvajes y vampiros y murciélagos frugívoros e insectívoros). Asimismo, hay que decir que la rabia se transmite por la inoculación de un virus contenido en la saliva de un animal infectado, principalmente por mordedura, y, más raramente, por rasguño o lamido de mucosas. En América Latina es común la transmisión de vampiros y murciélagos insectívoros infectados a los animales domésticos y al hombre.
En lo que hace al período de transmisibilidad, en perros y gatos, la eliminación del virus por saliva comienza 2 a 5 días antes de aparecer los síntomas clínicos y persiste durante toda la evolución de la enfermedad. La muerte del animal ocurre en una media de 5 a 7 días posteriores a la aparición de síntomas. No obstante, estudios realizados en murciélagos demuestran que podrían albergar virus por largos períodos sin sintomatología.
(Foto: ilustrativa).