María Martina Torres, más conocida por todos como Mabel, es una de las ex guarderas del Jardín Niño Jesús. Para celebrar su aniversario número 32, charlamos con ella para que nos cuente acerca de sus años de trabajo en dicho establecimiento. ¿Cuándo comenzaste a trabajar en el Jardín? Empecé a fines del ’88, cuando la guardería funcionaba en el local que está en Salta y 9 de Julio. A principios del ’89 nos trasladamos a donde está el jardín actualmente. Y trabajé hasta el año 2003. ¿Cuántos turnos había en aquel entonces? Y, si recordas, ¿cuántos niños asistían? Funcionaba de 7 de la mañana a 19 horas, de corrido. Había niños desde los 45 días de bebé hasta los 5 años de edad. Algunos de ellos quedaban todo el día y otros se retiraban al medio día. La cantidad aproximada era de entre 100 y 120 niños. ¿Por qué decidiste trabajar como guardera? Siempre tuve la ilusión de trabajar donde había muchos chicos y a esa posibilidad me la dio el Señor Pocho Cano. Era una sensación hermosa porque si es algo que amo son los niños. El Jardín de Infantes “Niño Jesús” nació como guardería en el año 1984 para cubrir las necesidades de madres con trabajos fuera de su hogar. Desde el 2006 el mismo se desempeña como jardín de infantes con salas de 2 y 3 años, contando en la actualidad con un total de 145 chicos que asisten de manera gratuita. ¿Tu familia, al igual que vos, siempre trabajó en el municipio? Sí, mi papá y mi hermano. Se podría decir que somos una familia municipal. ¿Qué fue lo más difícil de tu trabajo? Para mí no existió nada difícil o malo. Llegar a la guardería era mi felicidad. A veces uno tiene problemas en su casa y llegar a la guardería y ver las sonrisas de los niños me cambiaba, era algo muy emocionante. En cuanto a tus compañeras de trabajo, ¿qué recordas? Era un grupo excepcional. Mañana, en los festejos por el aniversario del jardín, nos vamos a reencontrar todas. Va a ser muy emocionante. ¿Tenés algún recuerdo que quieras compartir con nosotros? Recuerdo que trabajábamos con mucha alegría. Hacíamos beneficios con una cooperadora para comprar diferentes cosas. Y cuando lográbamos adquirir algo para los chicos, como un juego didáctico, sentíamos mucha felicidad. Con mucho sacrificio lográbamos comprar regalitos para los niños, también. ¿Qué mensaje le darías a las guarderas que los jardines municipales tienen en la actualidad? Que se esmeren con los chicos, que le den cariño porque los chicos que asisten a dichas guarderías necesitan mucho amor. Eso, que trabajen siempre, todos los días, con mucho amor. Mabel habla de su paso por el Jardín Niño Jesús con mucho amor y respeto. Tal como dice, no tiene malos recuerdos, por el contrario, al girar su mirada hacia el pasado, siente mucha felicidad y añoranza por esos tiempos. Mañana, sábado 7 de mayo, en los festejos que se llevarán a cabo por el aniversario número 32 de este Jardín, Mabel se reencontrará con sus compañeras y colegas. Seguro, entre risas y emociones, recordarán aquellos años que para la vida de esta ex guardera fueron muy significativos.