El Gobierno de Chajarí, por intermedio de Zoonosis brinda una serie de recomendaciones a tener en cuenta por los vecinos. Esto se da ante la reciente cantidad de denuncias recibidas por envenenamiento de animales en la vía pública. Precauciones a tener en cuenta No dejar salir a las mascotas sin la presencia de sus dueños, que no ingieran alimentos o elementos extraños en la vía pública, no tomar contacto con materiales sospechosos y cuidar a los chicos que juegan en la vereda. Ante cualquier situación sospechosa dar aviso al Dpto.de Zoonosis, para que se puedan tomar las medidas pertinentes, ya que existe el peligro de que estas acciones, además de producir daño a un animal, pueden afectar la salud de un niño. Según las últimas denuncias recibidas en el Departamento de Zoonosis Municipal, varios de estos casos datan, mayoritariamente, de los Barrios Santa Rosa y Los Trifolios. No obstante, aseguran que es casi una constante y que se da, también, en las demás zonas de la ciudad. El tipo de veneno comúnmente usado es el conocido como "para loros", de fácil adquisición, y que lo mesclan en carne o demás alimentos. Para más información dirigirse a la Oficina del Dpto. de Zoonosis. Entre Ríos 2550. (Ex - correo) Oficina N°5 Planta Alta. Tel: 424465. Atención de lunes a viernes de 07:00 a 13:00 horas. Síntomas generales del envenenamiento en perros En caso de envenenamiento los síntomas pueden aparecer rápidamente o tardar horas, además son muy variados ya que dependerán de la sustancia que haya provocado la intoxicación y de la cantidad. Algunos de los síntomas más comunes son los siguientes: Vómitos y diarreas incluso con sangre. Dolor intenso con quejidos (lloriqueos). Debilidad. Tos y estornudos. Pupilas dilatadas. Temblores, espasmos musculares involuntarios y convulsiones. Nerviosismo. Rigidez muscular. Desorientación. Parálisis de alguna zona afectada o del cuerpo entero. Somnolencia intensa o letargo. Excitabilidad e hiperactividad repentina. Colapso e inconsciencia. Debilidad y fiebre. Salivación excesiva. Hemorragias por diversos orificios. Problemas respiratorios y cardíacos. Dificultad de coordinación de las extremidades por problemas neurológicos (ataxia). Exceso de sed (polidipsia). Inflamación, irritación, sarpullido y marcas en la piel. Pérdida de apetito. En cuanto se detecten algunos de estos síntomas se debe actuar rápidamente y visitar a un veterinario.