El uso de la pirotecnia conlleva que muchas personas tengan que ser atendidas de emergencia en los hospitales por mutilaciones, fracturas, heridas, lesiones oculares, hipoacusia por perforación del tímpano y quemaduras de diversa consideración. De la misma manera, el uso inadecuado de pirotecnia es la causa de daños materiales a bienes privados y públicos. Es decir, la pirotecnia puede ser la causa directa de enfermedades, daña el medio ambiente y produce contaminación ambiental y acústica.
Los bebés, los ancianos y los animales soportan con incomodidad y malestar el ruido ensordecedor generado por los cohetes. También, personas con discapacidad e hipersensitividad sensorial, como es el caso de las personas autistas, sufren las consecuencias de la molesta pirotecnia. Algunas de las sensaciones que experimentan son: miedo, estrés, palpitaciones, taquicardia, infartos, afectación del sistema inmunitario y, en caso de enfermedad, empeoramiento de la salud del paciente.
Cabe mencionar además que, tal vez, quienes más padecen los estruendos son los animales, debido a que su oído es mucho más sensible al ruido que el de los seres humanos. Y por esto, cada año, fundamentalmente durante las fiestas, muchos son los que desaparecen de sus hogares asustados por el estruendo y el pánico, tratando de escapar. En ellos, la pirotecnia causa taquicardia, temblores, falta de aire, nauseas, aturdimiento y pérdida de control. También, hay que mencionar que la pirotecnia daña a todas las aves que comparten el ambiente con nosotros.
Si bien nuestra ciudad no cuenta con ninguna ordenanza que regule la venta o que prohíba el uso de pirotecnia, desde el Gobierno de Chajarí hay un fuerte compromiso para incitar a los ciudadanos que festejen con responsabilidad y respeto por los demás, apelando a la solidaridad de la población.